miércoles, 2 de diciembre de 2009

Un día de furia

Hola, la entrada de hoy poco tiene que ver con la historia familiar más que conmigo. Pues la historia que voy a contar os parecerá como a mí ,una locura.
Bien hoy cuando me levante dije: hoy mal día, no se, me sonaba ya de algo , cuando chateaba con mis amigas boira77 dijo algo. Yo pensé ostias esto me suena que ya lo he vivido como un deja vu.
Me visto y salgo zumbando al hospital. Cuando llego a la consulta la enfermera me dice: pues no sé si te recibirá, no tienes tu historia aquí, estará arriba donde me la estaban copiando para tener una copia de mi historial médico.
En fin voy a por ella (claro ninguna enfermera se digna a ir) o sea que tengo que ser yo quien la reclame.
Hablo en atención al paciente, expongo una queja y me dicen que poca solución hay más que cogerla yo, en fin voy a ver al médico que claro ni zorra idea que me han operado ni nada cuando se han cursado múltiples veces que se me asista.
Me coloca en lista espera, regreso a devolver la historia, claro está, regreso de nuevo a atención al paciente y curso la debida reclamación por la espera de la rehabilitación y el daño causado por dichas esperas.
Bien, no sé si sabéis, yo me disloque el hombro en fechas del año pasado, tal que esta semana. Pues teniendo yo en mi poder copia de un parte de asistencia. Yo ya me había fracturado el hombro y la clavícula unos años antes. Me atienden, ponen un cabestrillo y de baja. En la radiografías no se ve huesos rotos claro.
Un mes de baja. En fin, continua pasando el tiempo y el hombro se me sale él solito sin apenas hacer nada. Me le coloco yo como mejor puedo osea entre tanto, baja va y baja viene.
Como me encuentro trabajando una noche a la llegada de un camión al abrir la verja otra vez se me sale el hombro. En fin, cierro como puedo una vez entrado el camión. le llevo a su aparcamiento y me voy a mi caseta. Me coloco el hombro y paso la noche como mejor puedo.
Bueno ese día me fui a ver al médico de cabecera pero hay que ir a la mutua. Yo ya llevaba el cabestrillo. Allí solo se me indica que no se atreven a tocarme para evitar daños al no tener pruebas de que ocurre. Siguen la pauta de los medicamentos asignados por mi médico y el trauma, y me mandan a casa de baja.
En otra fecha la doctora de trauma que lleva mi caso me manda someterme a una resonancia de urgencias la cual tardo una semana en que se hiciera, no te lo pierdas me llega el papel con la cita del médico de trauma para el resultado en primeros de septiembre. Continuando con la mutua me dicen que poco pueden hacer más que esperar el resultado, a los pocos días cual es mi sorpresa que me dicen que el dolor para ellos es subjetivo solo se fían del movimiento de la articulación, claro yo la movía de sobras jajá estaba suelta como no se va a mover inútiles
En fin, se monta un jaleo entre medico y mutua, me dejan sin asistencia cada cual barre a su terreno y se me da el alta. Yo flipo colores alucinando porque entre otras cosas mi dolor es subjetivo solo me duele a mí a ellos les importa un rábano. Total vuelvo a trabajar pero claro esos días ya estaba de vuelta de todo y había emprendido una lucha contra mi jefe por qué pensaba me faltaba dinero de la nomina. Varias personas me decían que fulano gana más que tu. Tu compañero gana más que tu y total me encare con el varias veces el tema y después de varios tiras y aflojas solo conseguí que se me despidiera. Como seguimos siendo un numero y si no vas a estar a gusto mejor te vas. Se te liquida, indemniza y otro te reemplazara. Somos eso, un cochino numero en la estadísticas, ni más ni menos, así que al paro con el restante de españolitos.
Pasadas mis vacaciones según el resultado de las pruebas el resultado es hombro roto, la capsula articular está destrozada el tendón flojo, el musculo muy laxo, suelto.
Hay que reconstruirle. Me toca operarme, pero claro seguimos en la dichosa sanidad pública que va de cojones, a la lista de espera a tragar.
Al cabo de un tiempo, me mandan a un hospital privado dado que las colas del hospital público son largas y de categoría. Pero el daño ya está hecho y quien paga el plato roto pues yo. Un año redondo. Luego algunos tienen la delicadeza de que siempre me estoy quejando. Será por algo, no por gusto, el día que os duela me contáis. Pero claro no es la primera vez. Es la segunda. Me la juegan como mi anterior enfermedad, piedras en la vesícula. Lo mismo, a esperar. Me vieron montones de médicos cada uno con un diagnostico erróneo todo por no hacerte una puñetera ecografía y me dice son dos piedrecitas, pasaba más tiempo en urgencias que fuera, y claro algún día la paciencia tiene su límite y lo que pasa se pierden las buenas formas y modales de aguantar tanta cabronada y chorradas. Una noche de esas de furia en las que tenía un gran cólico y encontrándome sola en casa no soportaba el dolor me fui en el coche de mi madre al hospital. Llegando, le tiro las llaves a un chico de seguridad amiguete. le digo haz con él lo que te dé la gana, apárcalo. El ya sabía que me pasaba, iba a urgencias y como no, el médico de turno me toco la moral que esperase a que me operasen, que no podía hacer nada por mí, que estaba histérica. Quiso calmarme mandándome a mis compañeros de seguridad, los cuales no se atrevieron, conmigo no se juega y ellos no se iban a arriesgar sabían como las gastaba yo.
Era compañera de clase, única chica ,con todo chicos y no les tenía miedo, más bien me divertía mucho hasta me pagaban merienda y todo.
La preferida de todos menos por algún profe que chocaba por una chorrada que soltó un día de clase ,que las prefería rubias y conteste si tu tipo altas guapas rubias y tontas menudo era el milico el paraca para eso jeje pero es otra historia.
En fin sigamos con el tema que íbamos . Solo le dije eso al médico, como te pegue una ostia veras lo que es estar histérica. Total no le quedo más remedio que meterme un chutazo de calmantes, darme 15 minutos para llegar a casa y dormir (llamaron para asegurarse, miedo les dio).
Tardaron también sus buenos meses en llamarme y claro en aquella época que llevaba después de una separación, mi madre se había caído y roto el hombro, que llevo su tiempo, y mi padre estar perdiendo la cabeza debido a su enfermedad el Parkinson que empeoro a ojos vista, yo no andaba nada fina estresada del todo.
En fin un día la jefa me despide, con los papeles en la mano yo del cirujano y fecha de operación. Les importa muy poquito la situación personal por que según ella no rendía en el trabajo y acaso te extraña. Tal como estaba, bastante hacia que trabajaba.
Total que no la importo, es una mala bruja sinceramente ojala la parta un rallo.
Las listas de espera desesperan. Se te queda cara de imbécil cuando te dicen que nada pueden hacer más que esperar tu turno.
Así va España, la sanidad y los demás y nosotros que o tragamos o nada. Y luego se extraña de que denunciemos estas injusticias. donde está la ética, la ley, cuando se la necesita, más que en la papelera que es donde acabaran la mayoría de quejas y reclamaciones y demás porque claro, las denuncias acabas perdiendo el tiempo y el dinero porque nada te solucionara tu salud que es lo que vale señoras y señores, en fin ahí queda eso.

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