jueves, 30 de diciembre de 2010

Jardin del carretero. Sardon de Duero


 Por la orilla del arroyo Valimón un par de puentes salva los cursos paralelos del canal y del Duero para pasar a Sardoncillo, también conocido como Granja de Sardón. En la capilla de la Granja, al otro lado del río y en medio de una colonia agrícola, la ermita alberga la imagen románica de Fuentes Claras, del siglo XII. Pasada la puentecilla sobre las aguas sosegadas del Canal del Duero, sale a la izquierda la vereda del Jardín del Carretero. La senda discurre por la margen derecha del canal. El Valimón baja menguado y su orfandad acuática se compensa con el torrente cristalino del canal que suelta un aliviadero hacia el cauce vecino del río. Enseguida, en un leve ensanche entre el canal y el río, aparece imponente la talla desmedida de los árboles gigantescos que pueblan el Jardín del Carretero. ¿Por qué ese nombre? Hay constancia documental del traslado desde las Exposiciones Universales de París de 1889 y 1900 de partidas de plantones de especies exóticas, que luego eran distribuidas en carreta por la península a solicitud de caprichosos hacendados, que de este modo adornaban sus jardines con la última novedad parisina. Este núcleo vegetal bien pudo ser el plantío provisional de un carretero que no logró colocar toda su mercancía. La senda prosigue bien arbolada hasta el punto en que se ve un pino centenario vencido sobre el cauce del canal. Es la contraseña para el retorno








Los textos son sacados del libro Tierra de Horizontes

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